29/04/2021

La fecha del título de la entrada se corresponde con uno de los días que nunca olvidaré y que recordaré con mucha alegría y orgullo de mi misma.

Este día decidí dar un salto muy importante en mi vida y acabar con la barrera que me mantenía en mi zona de confort de pasar siempre desapercibida.

Yo me considero una persona muy tímida a la que le cuesta mucho hablar en público. Yo soy así por circunstancias ajenas a la carrera pero que al fin y al cabo me están repercutiendo en ella. Lo he pasado tan mal hablando en público y he llegado a ser incluso humillada o abucheada en alguna de estas ocasiones que a partir de ahí, decidí crear una barrera que me proporcionase comodidad y no volver a pasar por este tipo de situaciones.

Sin embargo, uno de los problemas de esta solución es que estoy estudiando una carrera (la que siempre he querido estudiar) en la que si quieres brillar tienes que vender tu trabajo y hacerte brillar con las palabras además de con tu trabajo.

Tras mi paso por DAI uno en la sombra, no quería que me volviera a suceder en este cuatrimestre en DAI 2, por eso, trataba todos los días de proponerme a mi misma la idea de salir ahí delante de todos a presentar mi trabajo aunque siempre resultaba fallido porque el miedo lograba paralizarme y hacer que me quedase en mi sitio escuchando al resto de mis compañeros.

Llevaba trabajando todo el cuatrimestre mucho en esta asignatura pero además estaba frustrada conmigo misma porque todo ese trabajo estaba pasando como yo, desapercibido. Esto ha sido lo peor de esta asignatura, el sentimiento de saber que tratas de cumplir con lo que se pide, entregar siempre, tratar de hacerlo lo mejor posible, aprender cada semana y en cambio, ser un simple número de expediente que se pasea por una clase de 50 personas más.

Por ello, me alegro de que el 29/04/2021 algo hiciese click en mi cabeza y esa barrera se disolviera momentáneamente para poder decirle a Enrique que yo quería ser la siguiente en exponer mi trabajo y evitar así, que esos paneles de los leones se volvieran a mi cuarto sin una corrección y sin la atención que yo pensaba que se merecían.

Me temblaba la voz, tenía el corazón que me latía a mil pero fui capaz de realizar mi exposición y recibir los comentarios de profesores y compañeros. Sé que esta salida de mi caparazón llegó un poco tarde pero no me arrepiento de haberlo hecho para nada. Aún así, me sigue costando pero por lo menos, tengo la certeza de que con el tiempo y la práctica, lograré superarlo por completo.

Esta es una entrada bastante atípica, pero si que era para mi necesario el transmitir lo que ese día supuso para mi. También aprovecho esta entrada para dar las gracias a esas personas que me apoyaron y ayudaron a dar ese paso.