El descendimiento
- ariadnamartin-pera
- 23 abr 2021
- 2 Min. de lectura
Puesta en contexto: el domingo fuimos al Teatro la Abadía para presenciar la obra "El descendimiento" con los profesores.
En cuanto a la obra he de decir que no puedo indicar si me ha gustado o no ya que cuando salí del teatro mi cerebro había explotado. No sabía que argumentar ni que sentir en ese momento. Vivía una especie de incertidumbre constante que se prolongó horas.
Recuerdo que cuando nos sentamos cada uno en nuestras butacas estuvimos un buen rato esperando a que la función comenzase y cuando iba a comenzar nos comunicaron que tenían problemas. Previamente me había preguntado el porqué de un teatro con esa forma, incluso llegué a pensar que sería una característica de ciertos teatros en Madrid porque al no ser de aquí, era la primera vez que venía a un teatro así en Madrid.
Después enseñaron el cuadro y lo analizaron y yo pensé que iban a interpretar lo que sucedía en el cuadro de una manera más "normalizada". Sin embargo, en el momento en el que bajaron el manto blanco que significaba la muerte, todo me empezó a parecer extraño. Comencé a perderme y a partir de ahí, fui tratando de buscar un significado en todo lo que iba pasando porque no estaba entendiendo nada. Todo se escapaba de mi entendimiento, los sonidos, las voces y gritos me nublaban el juicio. Lo único que era constante era la expectativa ya que estaba todo el rato tratando de adivinar o de saber que iba a pasar a continuación.
Los sonidos de los instrumentos y el canto del niño de Elche me generaron bastante angustia porque mis oídos los analizaban como sonidos muy molestos y que también, en mi interior me hacían temblar y estresarme.
Creo que nunca en mi vida había pasado por algo así y mucho menos, había visto una obra de teatro de este estilo (si se le puede llamar estilo o comparar con otras).
Finalmente, cuando toda esa incertidumbre se disipó, traté de analizar lo que había experimentado aquella tarde y descubrí, que la obra en sí, en mi opinión, había sido una interpretación del cuadro apartada del tema religioso que se le puede asociar. Sobre todo, creo que se trataba de transmitir los sentimientos que se pueden llegar a sentir en la muerte como por ejemplo: la angustia que creaban el conjunto de sonidos difónicos del canto, la sensación de morbo en ciertos casos como podían tratar de representar las figuras, la desesperación constante de los personajes en movimiento creando como un torbellino y una inquietud que permanecía.
En definitiva, fue una experiencia nueva que creo que no voy a poder olvidar y que en su momento me dejó muy mal cuerpo.
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