BLADE RUNNER
- ariadnamartin-pera
- 19 dic 2020
- 2 Min. de lectura

En un futuro sombrío y lluvioso, un expolicía vuelve al servicio para buscar y destruir a un grupo de androides que fingen ser humanos para, integrados en la sociedad, encontrar a su creador y matarlo.
Con esta sinopsis comenzamos a hablar de Blade Runner, una película (o más bien obra de arte) grabada en 1982. Para hablar de este filme debemos indicar antes de nada que se trata tanto de cine negro como de ciencia ficción, destacando sobre todo el hecho de que la película nos habla sobre la visión pesimista y trágica de la condición humana.
De esta manera, la película nos plantea una gran cuestión que desde tiempos inmemoriales ataña al ser humano: ¿Qué nos hace humanos?. El director, Ridley Scott, trata de darnos una visión de la humanidad donde lo orgánico ha perdido todo su sentido y las gentes deambulan sin sentido por calles ruidosas y superpobladas donde la lluvia refleja perfectamente el estado de ánimo que el film quiere transmitir.
En cuanto al lado arquitectónico de la película, nos encontramos con que Ridley Scott ha representado el contexto urbano más como el actual que el que predominaba en el momento del rodaje de la película, representando el futuro a través de máquinas de tarjetas de crédito, video-teléfonos y cadenas de bares de fideos chinos, todo lo cual existe hoy en día. Esto convierte a la película en un retrato de nuestro futuro basado en la arquitectura del pasado.
El esteticismo del filme también es algo clave para el ambiente de posmodernismo de la película gracias a que la escenografía urbana se conformó en base a un conjunto de inquietantes imágenes: Edward Hopper en pintura, el skyline de Hong Kong por la noche, Nueva York, los paisajes industriales de Tyneside y Teesside de la infancia del propio Scott, y, con toda claridad, la película Metrópolis, de Fritz Lang.
La escenografía de la película se compone de varios elementos arquitectónicos importantes en el tiempo tales como las columnas griegas, romanas o edificios similares a las pirámides de Egipto o el propio patrimonio histórico de Los Ángeles como la Ennis House.
Gracias a todo esto el director consigue una ambientación decadente e inquietante, además de evitar el riesgo de que las construcciones futuristas provoquen un envejecimiento de la estética al completo de la película.
Estas son algunos de los dibujos que realicé para la entrega:








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